El portugués metió dos goles en tres minutos. Uno desde más de 30 metros.
Un doblete exprés del portugués en la recta final despacha un encuentro que desequilibró a los 10′ Al Nassr, a un punto de Al Hilal, líder. La semana que viene, partido en la cumbre.
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Medio Cristiano Ronaldo sigue siendo mucho Cristiano Ronaldo. Tanto, que una versión eminentemente gris del portugués brindó dos goles clave a un Al Nassr con ojo y medio ante el atractivo doble compromiso que asoma por la esquina: la Champions League asiática ante el Persépolis iraní, en el que un punto le bastará para sellar su pase a los octavos de final, y la visita a Al Hilal, el flamante líder del campeonato saudí y del que el conjunto de Riad se sitúa a un punto. Un punto casi virtual, ya que, salvo que medie catástrofe, se espera que los Mitrovic, Rúben Neves o Malcom despachen cómodamente al colista, Al Hazem.
Más allá de lo que ocurra mañana sábado, Cristiano embriagó de moral a los suyos antes de afrontar el primer momento cumbre de la temporada. Lo buscó el capitán, visiblemente ansioso y desesperado por engordar sus asombrosas cifras, y los buscaron sus compañeros. Con el de Madeira poseído por el gol, Al Nassr se siente invencible. Y Cristiano, en su tercera juventud, galopa a la misma velocidad goleadora que Harry Kane como los mejores anotadores de este 2023. 48 goles registra el portugués. Uno más el inglés, 49. A 65 asciende la contribución del ex del Manchester United si se computan también las asistencias, a tenor de los 13 pases de gol que ha repartido a lo largo del año.
Esta vez no necesitó una versión superlativa de Talisca, que únicamente dejó para los highlight una tijera en semifallo, ni de Sadio Mané, al que únicamente Luís Castro le otorgó los 30 minutos finales para engrasarse de cara a la primera semana grande de Al Nassr. Tampoco apareció en las alineaciones iniciales Marcelo Brozovic, ni Aymeric Laporte. Este último, ni siquiera en el banquillo dadas su molestias físicas. No echó en falta Al Nassr al central francés, intenacional con España y fuera de la última lista de Luis De la Fuente, pero sí al centrocampista croata, vital como centro de gravedad del sistema del entrenador portugués.
Fue Otávio, dado la inercia casi genética de Seko Fofana de acabar pisando área jugada sí, jugada no, el que tuvo que hacer de ‘5′ de guardia. Desde esa posición de pivote mostró las coordenadas de la victoria la hoy brújula de Al Nassr. Un pase xabialonsiano habilitó la internada al área por el sector derecho de Sultan Al Ghannam, que sirvió en bandeja de plata para que Sami Al Najei desprecintar el marcador a los diez minutos.
Un gol que mandó al traste el planteamiento ultradefensivo de Al Akhdoud, con casi ocho efectivos siempre por detrás del balón y solo el bético Álex Collado y Tawamba en una misión casi utópica para el gol, y dibujó un choque a medio gas que acabó por despachar Cristiano Ronaldo a falta de diez minutos para el final. En la foto de los dos goles apareció Vitor. El portero rival pecó de excesivo ímpetu en el despeje en los dos goles. El primero, despejando al aire un centro pasado de Alex Telles que Cristiano enjauló casi sin ángulo. Y el segundo, aún más llamativo, al despejar en semifallo fuera del área grande un balón que acabó botando y convertido en caramelo en los pies del menos indicado: Cristiano Ronaldo. Con una vaselina desató la locura y el estado de buena esperanza en Riad.
Diario AS
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