En su afán de llegar a Estados Unidos, un venezolano, identificado como Carlos Luis León, de 32 años, murió en el fango cuando cruzaba el río Bravo. El hecho ocurrió a la altura de la Cruz del Migrante en Matamoros, Tamaulipas, en México.
La familia del venezolano, compuesta por su esposa y 2 hijos, de 14 y 10 años de edad, presenció el trágico hecho. Ellos pedían a gritos que alguien auxiliara al hombre, pero en un lapso de 30 segundos ocurrió la tragedia.
El hecho ocurrió el jueves, 21 de diciembre, cuando un migrante haitiano de 21 años comenzó a hundirse en el fango y, en su desesperación e intento por salvarse, se sujetó de los venezolanos, lo que ocasionó que arrastrara a Carlos Luis León hacia el fondo del río Bravo.
“¡Carlos, mi amor, sal papi! ¡Mi amor, sal, por favor!”, le gritaba su esposa, mientras que el hijo mayor, que ya se encontraba en el lado estadunidense, vio cómo su padre luchaba por sobrevivir, pero Jackson terminó ahogándolo en el río Bravo y ninguno de los dos sobrevivió.
Los dos hijos del venezolano, oriundo de Barquisimeto, ya se encontraban del lado estadounidense, mientras que la esposa de Carlos permanecía en el fango junto a otros migrantes.
A los pocos minutos, funcionarios de la Guardia Nacional de Estados Unidos les lanzaron una cuerda con la cual pudieron salir del río Bravo.
«Mi tío era de Barquisimeto. La noticia ha devastado a nuestra familia. Venía a Utah con su esposa y sus dos niños (…) Pasó muy rápido. No se pudo hacer nada. Hay videos circulando en las redes, demasiado fuertes, que muestran lo que pasó», dijo el sobrino de León, Daniel Soterano, al medio digital Utahzolanos.
La esposa e hijos del venezolano fallecido permanecen en un refugio en Brownsville, Texas. Por los momentos, las autoridades no han recuperado el cuerpo de los dos migrantes fallecidos.
Información de: El Pitazo