Miles de rescatistas continúan este jueves en la búsqueda contrarreloj de supervivientes del poderoso terremoto de Año Nuevo que causó la muerte de al menos 78 personas en Japón, mientras luchan por alcanzar a centenares de pobladores aislados.
«Hay mucha gente que ha quedado bajo los edificios derrumbados y esperando a ser rescatadas», dijo el primer ministro japonés Fumio Kishida, al tiempo que los equipos de rescate trabajan dentro de una ventana de supervivencia de tres días que se agota este jueves por la tarde.
«Esta es una situación muy difícil (…), les pido hacer todo esfuerzo para salvar y rescatar tantas vidas como sea posible para esta noche, cuando se cumplen las 72 horas críticas después del desastre», declaró Kishida en una reunión de gabinete.
El plazo de 72 horas después de un desastre es considerado vital para hallar sobrevivientes.
En tanto, más de 50 personas fueron reportadas el jueves como desaparecidas en momentos que rescatistas luchan por alcanzar a centenares de pobladores en más de una decena de comunidades que permanecen incomunicadas por deslizamientos y caminos bloqueados en el centro del país, epicentro del sismo de magnitud 7,5 del lunes.
El poderoso temblor, seguido de cientos de réplicas, dejó al menos 330 heridos, según el balance oficial.
Al menos 51 desaparecidos sin paradero confirmado
Las autoridades publicaron el jueves una lista de 51 personas cuyo paradero no ha sido confirmado.
El anuncio se hizo a las 11 hora local con un listado completo de nombres y edades -en su mayoría ancianos- de 51 personas cuya seguridad se desconoce actualmente y se pidió que se difunda esta información con el fin de dar con su paradero, dijo.
En tanto, la más escenas de destrucción en la localidad costera de Anamizu, con autos aplastados bajo el concreto derruido y fachadas arrancadas de los edificios.
Miles de soldados, bomberos y policías de todo Japón escarbaban entre los escombros de casas de madera colapsadas y edificios comerciales derribados en busca de señales de vida.
Unas 29.000 casas estaban sin electricidad en la prefectura de Ishikawa, en la costa del mar de Japón, y más de 110.000 casas de Ishikawa y dos regiones vecinas están sin agua.
Sobrevivientes aislados y sin alimentos
Pequeñas comunidades en la región de la península de Noto están sin acceso, con 300 personas desesperadamente aguardando ayuda en una escuela en la localidad de Ooya.
«Incluso si le doy mi comida a mis hijos, no sería suficiente. No he comido casi nada en dos días«, comentó una madre de tres niños en la zona de Suzu al diario Asahi Shimbun.
En la ciudad de Nanao, la policía que controla el tráfico dijo a los conductores que le está dando prioridad a los vehículos de emergencia en una de las principales carreteras de acceso a Wajima, donde un incendio arrasó una zona de casas tradicionales de madera.
«Considere continuar o arriesgarse a encontrar una enorme congestión vehicular adelante», decía un oficial de tránsito a los conductores.
En una gasolinera cercana había una larga fila de autos en espera de que abriera la mañana de jueves. Hasta ahora no se ha reportado escasez de combustible, pero trabajadores de las estaciones dijeron que estaban racionando la gasolina.
Con información de Globovisión