Este 14 de enero de 2024 se celebra la toma de posesión de nuevas autoridades del Legislativo y Ejecutivo que ganaron en las elecciones generales de Guatemala. Sin embargo, las trabas para que Bernardo Arévalo asuma la presidencia no cesan.
Según la normativa, las actividades se centran en el Congreso de la República, donde en Sesión Solemne se nombrará a una nueva Junta Directiva y luego se entregará el poder del Ejecutivo al electo Bernardo Arévalo.
La Sesión Solemne estaba programada para que comenzara a las 8 horas. Sin embargo, hubo varios retrasos mientras continuaban las negociaciones de diputados para definir la planilla que encabezará el Legislativo. No obstante, la Junta Calificadora que revisa los requisitos de diputados electos para integrar el Congreso de la República continúa reunida mientras la Sesión Solemne sigue suspendida desde hace 3 horas.
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En medio de esto, manifestantes frente al Congreso aseguran que tomarán el edificio, porque se busca impedir la toma de posesión.
Trabas y trabas
La toma de posesión de Arévalo prevista para hoy domingo, sucede cinco meses después de que su victoria presidencial le propinara, a juicio de Gabriel Mazarovich del partido comunista de Uruguay, una reprimenda sorprendente al establishment político conservador de Guatemala. Un cambio radical en el país más poblado de Centroamérica. Su victoria reflejó un amplio apoyo a sus propuestas para frenar la corrupción y revivir una democracia tambaleante.
La transición desde las elecciones, sostiene Mazarovich, ha sido una carrera de obstáculos, con casos judiciales armados, provocaciones, amenazas e intentos de todo tipo por impedir el cambio de mando. El futuro presidente de Guatemala reconoce que afrontará enormes desafíos pues las “élites político-criminales, al menos durante un tiempo, seguirán enquistadas” en poderes del Estado.
Ahora Arévalo se prepara para gobernar y deberá ejercer control al tiempo que se enfrenta a una alianza de fiscales conservadores, miembros del Congreso y otras figuras políticas que debilitan, desde hace varios años, las instituciones gubernamentales de Guatemala.
Según Mazarovich, la asunción de Arévalo y Herrera sería el comienzo para construir la superación de un período de profunda regresión autoritaria en Guatemala, de corrupción, de crecimiento de la desigualdad y la pobreza, de entrega de la soberanía.
Con información de: VN