Las fuerzas de seguridad (militares y policías) de Ecuador mantuvieron este domingo operaciones de intervención en varias cárceles del país ocupadas por grupos de reos amotinados, así como patrullas y requisas en las calles en una guerra contra los grupos de delincuencia organizada.
Tras la exitosa liberación de 201 guardiasy administrativos del sistema de prisiones de siete cárceles, rescatados el sábado, las fuerzas de seguridad se concentraron este domingo en intervenir las prisiones en busca de armas u otros bienes ilegales.
Con el uso de carros de combate y vehículos blindados, así como de detonaciones controladas en sitios estratégicos, militares, policías y agentes penitenciarios lograron ingresar a las cárceles para escudriñar sus entrañas.
En redes sociales y otros medios de información han aparecido imágenes sobre las intervenciones de decenas de uniformados en las celdas, así como también versiones sobre el hallazgo de armas de fuego, armas blancas, electrodomésticos, dinero y sustancias ilegales.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, en un balance sobre las intervenciones en las prisiones de la ciudad andina de Azogues, así como en las costeras de Machala y Esmeraldas, reveló haber encontrado al menos tres fusiles de fabricación brasileña, una sub-ametralladora artesanal, trece pistolas y revólveres, cerca de 1.500 municiones, seis chalecos antibalas, una granada y una variedad de armas blancas.
También drogas, dinero en efectivo, cerca de 130 teléfonos móviles, consolas de videojuegos, relojes, balanzas, una laptop y dinero en efectivo, todos estos prohibidos en las prisiones.
Gracias a las intervenciones de las fuerzas de seguridad, el Estado ha recuperado el control de las prisiones en esas tres ciudades, precisó el Comando Conjunto, aunque no dio detalles sobre la situación en las otras cárceles intervenidas.
El Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) a Personas Privadas de Libertad, la unidad penitenciaria del Estado, apenas comentó sobre las intervenciones y afirmó que emprenderá investigaciones para determinar las causas y a los responsables de la ocupación de varias prisiones por parte de grupos de reos.
Las fuerzas de seguridad, además, han anunciado que mantendrán las operaciones contra los grupos del crimen organizado que han generado la crisis de inseguridad que afronta el país.
Esas operaciones obedecen a la aplicación de los decretos de «estado de excepción» y «conflicto armado interno» decretado por el Gobierno del presidente Daniel Noboa a principios de esta semana para atajar la espiral de violencia.
El «estado de excepción», que se prevé esté en vigor hasta comienzos de marzo, incluye un «toque de queda» de seis horas, entre las once de la noche y las cinco de la mañana, periodos en que las fuerzas del orden patrullan las ciudades.
En el decreto ejecutivo que reconoció un «conflicto armado interno«, el Gobierno identificó al menos 22 grupos del crimen organizado trasnacional que operan en el país y los ubicó «como organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes».
Entre ellos, nombró a las bandas Águilas, ÁguilasKiller, Ak47, Caballeros Oscuros, ChoneKiller, Choneros, Covicheros, Cuartel de las Feas, Cubanos, Fatales, Gánster, Kater Piler, Lagartos, Latin Kings, Lobos, Los p.27, Los Tiburones, Mafia 18, Mafia Trébol, Patrones, R7 y Tiguerones.
Según expertos, ubicar a estos grupos como beligerantes abre una puerta legal para que las Fuerzas Armadas, junto con la Policía, actúen con todos sus recursos para neutralizarlos.
En un último balance, las Fuerzas Armadas anunciaron que han detenido a 1.327 personas a escala nacional, 143 de ellas bajo cargos de terrorismo.
En los últimos seis días, las fuerzas de seguridad han ejecutado un total de 12.974 operaciones, de los cuales 32 se han orientado contra grupos terroristas, y han abatido a cinco personas vinculadas a ese tipo de organizaciones.
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La espiral de violencia se desató hace una semana, justo después de que el presidente Noboa había anunciado que se disponía a poner en marcha el «Plan Fenix», con el objetivo de recuperar el control de las cárceles.
Esa violencia también se ha trasladado a las calles hasta hacer de Ecuador uno de los países más violentos del mundo con 45 homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes en 2023.
Con información de Globovisión