El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, emitió un comunicado este lunes, dirigido a la ciudadanía y la comunidad internacional, en el que, sin hacer mención explícitamente al asalto a la embajada de México en Quito, por parte de la fuerza pública ecuatoriana el pasado viernes, justifica la medida.
«Mi obligación es cumplir con los dictámenes de la justicia y no podíamos permitir que se asile a delincuentes sentenciados, involucrados en crímenes muy graves», dijo el mandatario, en alusión al ex vicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba en la sede diplomática y cuya detención motivó la irrupción a la embajada.
Según Noboa, el otorgamiento de asilo, en este caso a Glas, violaría el artículo III del Acuerdo de Caracas (Convención sobre Asilo Diplomático de 1954), el artículo I de la Convención de Montevideo (sobre derechos y deberes de los Estados) y el artículo 41 de la Convención de Viena (sobre Relaciones Diplomáticas de 1961).
Esto, pese a que la misma Convención de Viena, en su artículo 22 establece que los locales de las misiones diplomáticas «son inviolables» y que «los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión».
Asimismo, en su comunicado, Noboa deja entrever, como ya dijo previamente la canciller Gabriela Sommerfeld, que él dio la orden de entrar a la sede diplomática.
«Los últimos días han requerido fuerza y decisión. Es una situación compleja y sin precedente que vive el país, he tomado decisiones excepcionales para proteger la seguridad nacional, el Estado de derecho y la dignidad de un pueblo que rechaza cualquier tipo de impunidad a criminales, delincuentes, corruptos o narcoterroristas», dice en el texto.
Insistió, como ya también había dicho Sommerfeld, que se corría «el riesgo inminente» de fuga por parte de Glas y que «se burlen nuevamente del pueblo ecuatoriano».
El mandatario agradeció a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas, así como a su equipo de trabajo y «los millones de ecuatorianos» que luchan junto a él por «un nuevo Ecuador».
«Políticos caducos»
Noboa hizo referencia a las reacciones que ha tenido su decisión —que ha sido reprochada internacionalmente—, señalando que algunos grupos «han puesto sus intereses y proyecto político por encima de la soberanía, dignidad y la justicia del Ecuador».
«Otros, han tratado de volverlo una lucha ideológica, tratando de encasillarme en un extremo del cual nunca he sido parte. Por último, unos políticos ecuatorianos caducos, han solicitado a México que nos declare la guerra, y a la comunidad internacional que nos sancione económicamente, incurriendo en una traición a la patria nunca antes vista», añadió.
El presidente ecuatoriano aprovechó, como ya ha hecho en sus declaraciones en varios eventos, para hablar de la consulta popular y referéndum previstos para el próximo 21 de abril, que fueron promovidos por él.
Así, dijo: «Hay que entender que nos estamos jugando el país, y que todas estas críticas salen una vez que ven que la gran mayoría de los ecuatorianos votará por la dignidad nacional en la consulta popular del 21 de abril, la máxima expresión democrática en una nación».
«Pueblo hermano de México»
En su comunicado, Noboa continuó diciendo que Ecuador «es un país de paz y de justicia» y, pese a la irrupción en una embajada, asegura que «respeta a todas las naciones y el derecho internacional».
«Al pueblo hermano de México quiero expresarle que siempre estaré dispuesto a resolver cualquier diferencia, pero que la justicia no se negocia, y que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los mexicanos», manifestó.
La crisis comenzó cuando el exvicepresidente Glas, acusado de corrupción, se refugió en la embajada de México en Quito en diciembre pasado. En medio de la tensión que ello generó, la semana pasada López Obrador habló sobre Ecuador y recordó la violencia que marcó el proceso electoral que padeció el país suramericano en 2023, con el magnicidio del candidato presidencial Fernando Villavicencio, lo que a su juicio terminó por cambiar las preferencias y culminó con el triunfo de Noboa en los comicios.
Tras ello, el Gobierno ecuatoriano respondió declarando persona ‘non grata’ a la embajadora mexicana Raquel Serur y le dio un plazo de 72 horas para salir del país; y la noche del viernes, un contingente policial y militar irrumpió en la sede diplomática, donde detuvieron a Glas, quien fue llevado a la cárcel de máxima seguridad ‘La Roca’ en Guayaquil, Guayas.
México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador y este lunes, el presidente Manuel López Obrador se volvió a referir al tema, señalando: «Fue un acto autoritario, increíble, es malo a veces usar ejemplos pero ni (el fallecido dictador Augusto) Pinochet, el temible Pinochet, y otros se habían atrevido a eso».
Información de: Globovisión