Partido Socialista de Cataluña lidera el recuento de las elecciones regionales catalanas con 42 escaños

Avanza el recuento de votos en Cataluña. El Partido Socialista de Cataluña (PSC) lidera el recuento de las elecciones regionales catalanas con 42 escaños, seguido por el partido independentista Junts (del expresidente autonómico Carles Puigdemont) que suma 35.

Los socialistas catalanes registran, hasta el momento, una gran subida desde las elecciones de 2021, en las que obtuvieron 33 escaños.

Con más del 50% de los votos escrutados, el también partido independentista ERC (actual gobernante) se sitúa en tercer lugar, con 20 representantes, 11 menos que en 2021, mientras que los conservadores del Partido Popular de Cataluña (PPC) pasa del último al cuarto lugar y obtiene 14 diputados, 11 más que en 2021, al tiempo que la ultraderecha de Vox suma 12, uno más que en 2021.

Por su parte, la plataforma de izquierdas Comuns Sumar logra 6 escaños, dos menos que en 2021, los independentistas de izquierda CUP pierde cinco y se queda con cuatro, y Aliança Catalana, formación de extrema derecha independentista, entra en el hemiciclo con dos representantes. Mientras que el liberal Ciudadanos, que tenía seis escaños, se quedaría sin representación.

Las urnas abrieron a las 9 de la mañana y los votantes acudieron para elegir 135 diputados al Parlamento catalán, en la pudiente región del nordeste de España, hogar de cerca de ocho millones de personas.

Las urnas cerraron a las 8 de la noche (hora local). Los resultados preliminares confirman lo que anunciaban las encuestas: El partido del actual primer ministro Pedro Sánchez está en la jugada para obtener el mayor número de votos, por delante del partido separatista conservador Junts per Catalunya (JxC), liderado por Carles Puigdemont, y su rival de izquierda Esquerra Republicana (ERC), liderado por Pere Aragonès.

«Mi pálpito para hoy es que se abrirá una nueva etapa decisiva en Cataluña», dijo Salvador Illa, líder del Partido Socialista catalán (PSC), tras emitir su voto.

En las calles los votantes estuvieron de acuerdo en que las elecciones seguramente cambiarían el mando de la comunidad autónoma, dirigida por separatistas en la última década. 

«Estoy seguro de que los socialistas van a ganar y eso cambiará a la mayoría gobernante. Pero no creo que la situación cambie mucho en realidad», dijo Xavier Cusi, de 51 años, que trabaja en el sector bancario.

Ainhoa Matos, de 31 años, que trabaja en la industria de los seguros, dijo a AFP que esperaba que los resultados le dieran mayor voz a los que no estaban a favor de la independencia.

«El asunto de la independencia se ha calmado mucho, así que las personas están menos ansiosas», dijo.

«Personas como yo, que no estamos a favor de la independencia, no hemos tenido suficiente voz o representantes, así que espero que eso cambie».

Mucho está en juego

Para Sánchez, recuperar Cataluña de los separatistas significaría una victoria mayor en sus esfuerzos por pasar página de la crisis provocada por las demandas de independencia.

También le permitiría empezar efectivamente su más reciente mandato como primer ministro, que comenzó en noviembre de 2023, pero que se ha visto frenado por la oposición de derecha y un escándalo de presunto tráfico de influencias cometido por su esposa Begoña Gómez, que casi da lugar a su dimisión en abril.

Desde que empezó a ejercer como primer ministro en 2018, nueve meses después del referendo por la independencia catalana de octubre de 2017 -un voto carente de validez jurídica según los tribunales españoles-, Sánchez ha prometido “sanar las heridas” causadas por la crisis política sin precedentes.

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En 2021, indultó a los líderes separatistas encarcelados por la organización del referendo.

Y en noviembre de 2023 impulsó una Ley de Amnistía para los separatistas aún buscados por el sistema de justicia a cambio de recibir su apoyo en el Gobierno, una alianza esencial para asegurarle un nuevo mandato de cuatro años.

El proyecto de ley de amnistía está en el Senado y podría convertirse en ley en las próximas semanas, lo que permitiría el regreso al país de Puigdemont, el líder separatista catalán que incentivó el referendo y luego se trasladó a Bélgica para evitar a los tribunales.

La amnistía ha sido controversial y ampliamente rechazada por la oposición de derecha y extrema derecha.

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Un panorama complejo

Aunque los socialistas obtuvieron la mayor parte de votos durante las últimas elecciones regionales en febrero de 2021, Illa no consiguió una mayoría para gobernar.

Los partidos separatistas se aliaron y formaron una coalición de 74 escaños.

Pese a las encuestas, Puidgemont espera que los resultados de las elecciones le permitan ser reelecto al mando de Cataluña y volver triunfante una vez que se apruebe la ley de amnistía.

Sin poder regresar a España, en donde tiene una orden de captura en su contra, Puidgemont ha hecho campaña desde el sur de Francia y ha declarado que se retirará de la política si no logra ganar.

Pese a haber estado en el poder en la última década, el movimiento separatista catalán está profundamente dividido, con JxC frontalmente en desacuerdo con su rival más moderado ERC.

El panorama se ha vuelto más complejo con la reciente aparición de la formación ultranacionalista de Aliança Catalana, que espera obtener varios escaños.

Las encuestas sugieren que los socialistas ganarán aproximadamente 40 escaños, así que necesitarán buscar aliados para alcanzar los 68 necesarios para gobernar con mayoría.

Una posible alianza involucraría a los demás partidos de izquierda y a ERC, en lo que potencialmente provocaría una dañina implosión dentro del movimiento independentista.

Pedro Montilla / Con información de El Universal