El análisis más grande que jamás se haya hecho sobre el uso del cannabis medicinal en el tratamiento del cáncer ha mostrado que no solo ayuda a regular los efectos secundarios de la quimioterapia, sino que también podría funcionar para combatir el desarrollo de las células cancerosas.
El estudio, publicado esta semana por Frontiers in Oncology, utilizó herramientas de inteligencia artificial para analizar más de 10.000 investigaciones sobre la relación entre el cannabis y el cáncer, convirtiéndolo en el más grande realizado hasta ahora, según afirmaron sus autores.
Su objetivo era determinar el consenso científico sobre el uso de esta sustancia. Para esto, emplearon una técnica conocida como ‘análisis de sentimientos’, que determina si un texto refleja un tono positivo, neutro o negativo. Los resultados fueron sorprendentes: el apoyo al cannabis medicinal es 31,38 veces mayor.
En la actualidad, el cannabis se usa principalmente para tratar las náuseas, el vómito, la falta de apetito, o el dolor crónico, provocados por los tratamientos tradicionales contra el cáncer. No obstante, una gran mayoría de estudios concluye que también puede acelerar la apoptosis (la muerte de las células cancerosas).

A pesar de los avances, las investigaciones sobre posibles tratamientos a base de cannabis se han visto obstaculizadas por su clasificación en la Lista I de la Ley de Sustancias Controladas de EE.UU., dejándola a la par de drogas como la heroína, el LSD y el éxtasis. Se considera que las sustancias dentro de esta categoría tienen un alto potencial de abuso y sin uso médico aceptado, lo que ralentiza su análisis científico.
Con información de RT