Viernes Santo: La Iglesia en luto conmemora la muerte de Jesús

Hoy, Viernes Santo, la comunidad cristiana en todo el mundo se une en una profunda conmemoración de la Pasión y Muerte de Jesucristo en la cruz. Este día, el segundo del Triduo Pascual, está marcado por el luto, la penitencia, el ayuno y la intensa reflexión sobre el sacrificio redentor del Mesías por la salvación de la humanidad.

El Viernes Santo es el recuerdo central de la crucifixión de Jesús de Nazaret, un evento que transformó la historia y la fe de millones de personas. Se considera un día de recogimiento espiritual, donde los fieles son llamados a la abstinencia y al ayuno como actos de penitencia y solidaridad con el sufrimiento de Cristo.

Durante esta jornada, se alienta a los creyentes a participar activamente en las diversas expresiones de fe organizadas por las iglesias. El rezo del Santo Rosario, la asistencia a las procesiones y la participación en los Viacrucis, que reviven el camino de Jesús hacia el Calvario, son prácticas recomendadas para profundizar en el misterio de la Pasión del Señor.

Una de las particularidades del Viernes Santo es la ausencia de la celebración de la Eucaristía en los templos. En su lugar, se lleva a cabo la solemne Liturgia de la Pasión del Señor. Esta liturgia central incluye la lectura de la Pasión según el Evangelio de Juan, la adoración de la Santa Cruz y la distribución de la Comunión, consagrada el día anterior durante la Misa de la Cena del Señor.

El simbolismo del color litúrgico también es significativo en este día. Los sacerdotes visten ornamentos de color rojo, que evocan la sangre derramada por Cristo en la cruz y la fuerza del Espíritu Santo. Este color contrasta con el morado utilizado durante los días de la Cuaresma y el blanco que vestirá la Iglesia el Domingo de Resurrección, símbolo de alegría y la luz de la nueva vida.

El Viernes Santo nos invita a detenernos y contemplar el inmenso amor de Dios manifestado en el sacrificio de su Hijo. Es un tiempo para la reflexión personal sobre nuestras propias vidas y obras, a la luz del ejemplo de Jesús. Al recordar su sufrimiento y muerte, los cristianos renuevan su fe en la promesa de la resurrección y la vida eterna.

En este día de profundo significado espiritual, la Iglesia Católica llama a sus fieles a vivir con intensidad el misterio de la cruz, preparándonos para la alegría pascual que llegará con la celebración de la Resurrección del Señor. El Viernes Santo es, por tanto, un momento crucial en el Triduo Pascual, un día para recordar el precio de nuestra redención y para fortalecer nuestra esperanza en la victoria final de Cristo sobre el pecado y la muerte.

Carla Martínez / Noticias Barquisimeto