La sesión de las Naciones Unidas de este martes tuvo a Venezuela como uno de los temas de debate entre embajadores de todo el mundo. Con el reciente traslado de más de 200 criollos a cárceles de El Salvador bajo la acusación de pertenecer al Tren de Aragua, su canciller se pronunció al respecto.
La delegación salvadoreña afirmó que todos los migrantes venezolanos deportados “son criminales comprobados”, en contraste con los dichos del primer mandatario nacional Nicolás Maduro y de algunos familiares que niegan los presuntos vínculos con el Tren de Aragua.
“El Salvador rechaza de la manera más enérgica y categórica las afirmaciones infundadas por la delegación de Venezuela respecto a asuntos internos de nuestro país. Estas declaraciones carecen de sustento y distorsionan la realidad de nuestro firme compromiso con la seguridad, la paz y el respecto a los derechos humanos”, comentó la representante salvadoreña después de la lectura del último informe de la Misión de Determinación de Hechos en Venezuela.
“El Salvador ha implementado una estrategia efectiva contra el crimen organizado trasnacional, logrando convertirse en el país más seguro en el hemisferio occidental. Nuestro modelo de seguridad ha sido reconocido a nivel internacional y ha permitido el desmantelamiento de estructuras terroristas que por décadas sometieron a nuestra población”, agregó, en referencia a las políticas aplicadas por el presidente Nayib Bukele.

Recalcó que “todas las personas trasladadas a nuestro centro de confinamiento del terrorismo son criminales comprobados y miembros de estructuras del crimen organizado trasnacional. Cualquier cooperación en materia de seguridad con países aliados se realiza en el estricto apego a las normas nacionales e internacionales”.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo hoy que los eventuales traslados de inmigrantes de un país a otro, como los que emprendió Estados Unidos el pasado fin de semana mayoritariamente con venezolanos, deben hacerse “respetando el debido proceso, sus derechos fundamentales y su dignidad más básica”.
A través de su portavoz adjunto, Farhan Haq, Guterres no criticó el traslado en sí, sino que recordó los principios básicos que la ONU utiliza para hablar de refugiados e inmigrantes, a lo que añadió la política de la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur).
Según esos principios, recordó, los solicitantes de asilo en un país “deben tener acceso a un proceso justo y eficiente, y a procedimientos para dar seguimiento a su demanda”, y “las personas que necesitan protección internacional no deben ser devueltas a un lugar donde se exponen a sufrir daños”.
Con respecto a si la ONU piensa hacer un seguimiento de la situación de eso inmigrantes deportados, 261 según la cifras comunicadas por Estados Unidos; 238 venezolanos y 23 salvadoreños, Haq dijo confiar en que Acnur «seguirá explorando sobre el asunto».
Aclaró que esa agencia no entrará en la cuestión de procedimientos judiciales, “pero, ciertamente, y si hay un modo de tratar con los distintos países implicados para asegurarse de que se respetan los derechos de los refugiados, lo harán”, prometió.
Ruben Conde con información de NotiFalcon