El Rey de Europa está de vuelta: Real Madrid firma una nueva remontada épica en la Champions ante un Manchester City irreconocible 3-2

Los blancos visitaron el Etihad Stadium en la ida de una ronda de repesca con el pase a octavos en juego.

El equipo de Ancelotti, que tiró veinte veces, pasa por encima del City y acaba ganando en un estirón final. Goles de Mbappé, Brahim y Bellingham y doblete de Haaland.

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Pudo ser una sinfonía incompleta, pero Bellingham la terminó en el descuento. El Madrid levantó por las solapas a un equipo de Guardiola como no se había visto antes, diga lo que diga el marcador final, aunque sea este el que decidirá quién sale vivo de este dramático playoff. Probablemente porque la Champions le devolvió el sentido de la responsabilidad, quizá porque también se puede defender bien llenando la cesta de galácticos, el equipo de Ancelotti coleccionó oportunidades para pasar una vuelta tranquila. Le faltó puntería y le sobró Ederson, que compensó con sus errores finales todos sus aciertos del principio. Rodrygo y Vinicius no encontraron freno, Mbappé dio la noche a los centrales del City, el mejor Bellingham reapareció tras el descanso, Asencio llegó novato y vuelve veterano, Valverde vale para cualquier cosa. Incluso la victoria mínima en el descuento, después de veinte disparos, pareció poca cosa.

No hubo nada estrafalario en las alineaciones. Ancelotti puso lo que tenía donde menos chirriaba: Valverde de lateral derecho, Camavinga en el centro del campo y Mendy, el más pesimista de sus laterales, en la izquierda. Bastante desfigurada anda su defensa como para experimentar con lo nunca probado. También volvió la operación acordeón del derbi: 4-3-3 con la pelota, 4-4-2 sin ella.

El inicio del equipo blanco fue espectacular. Ederson le hizo un penalti a Vinicius, que fue invalidado por un fuera de juego de una uña previo; el meta brasileño le quitó un gol a Mbappé en un mano a mano; y entre Vinicius y Mendy dejaron escapar otro por indecisión. El francés acabó estrellando su disparo en Aké, con Ederson ya fuera de pista.

Haaland acierta a la primera

Guardiola, como Ancelotti, volvió a la medicina tradicional: cuatro centrales en defensa, con un quinto, Stones, por delante, como pivote en lugar de Kovacic, cuya vocación es la de interior; con Gvardiol, lateral izquierdo, como segundo mediocentro cuando dominaba el equipo; con De Bruyne de mediapunta, pese a su estado de forma, a costa de dejar en el banquillo a Foden (esa sí fue una sorpresa), con dos extremos puros y sin ninguno de los fichajes que han llegado en enero, a precio de Rolex, para arropar. Todos, salvo Savinho, ya estaban en la plantilla que el año pasado se despidió de la competición en cuartos, y eso que jugadores como Ederson, Rúben Días, Aké o Stones acababan de salir de lesiones. Un equipo para protegerse por dentro y herir por fuera, y tan elástico como le gusta a Guardiola.

El dibujo de siempre en un City que no era el de siempre, ni en el campo propio ni en el ajeno. Apenas queda nada de su temible juego opresivo. Su primera presión se ha relajado mucho. Ahora roba poco, aprieta menos aún a los pasadores del rival y atrás se ve indefenso ante la alta velocidad. Eso provocó las primeras acometidas del Madrid. Otra cosa es que su ataque tenga una central nuclear: Haaland. En su primer acercamiento serio, el noruego, al fin, le marcó un gol al equipo blanco. Fue en un balón que le dejó con el pecho Gvardiol, falso tres, improvisado diez, al que el noruego metió su pie para batir a Courtois, que tapó menos de lo acostumbrado. Dos minutos tardó el VAR en decirle a Turpin que no había fuera de juego. Hubo que acudir al microscopio. Los árbitros UEFA pitan igual que los de aquí, pero para el Madrid están libres del pecado original.

El equipo blanco había sido mejor antes y lo sería después cuando Vinicius, de nuevo huracanado, estrellaba un derechazo en el larguero. El partido inverso al del curso pasado: el juego era del Madrid; la fortuna, del City. Solo durante un pequeño tramo el equipo blanco acusó el sopapo. Foden, que había entrado por el lesionado Grealish (Savinho cambió de banda), obligó a una buena estirada de Courtois y Akanji metió un cabezazo que despeinó el larguero. Un zapatazo alto de Valverde reanimó al Madrid. Dos de Mbappé merecieron el gol. Rodrygo era ya imparable y el resultado, al descanso, inexplicable.

El truco final

La segunda mitad trajo pronto dos noticias. La lesión de Akanji, que dejó a Vinicius un marcador más amable, Lewis, y un zurdazo al larguero de Haaland tras tocar en Camavinga. La velocidad era la frontera del partido. Sin ella, sobrevivía a duras penas el City. Con ella, el Madrid amenazaba con llevárselo por delante. Especialmente en la izquierda, donde Vinicius estaba fuera del alcance de Lewis. Un centro del brasileño tras dejar atrás a su marcador, lo cabeceó fuera Bellingham. Y por el otro lado, Rodrygo le puso un balón dulce a Mbappé, cuyo remate lo rechazó Ederson. El City sufría extraordinariamente ante un adversario muy superior, pese a sus intentos de bajarle las pulsaciones al partido. Ahora mismo, no está para otra cosa. La clasificación de la Premier no engaña.

Y el Madrid, que había lamentado su infortunio con razón, acabó empatando en un remate insólito de Mbappé. Ceballos le picó fantásticamente una pelota que le dejó ante Ederson y el francés le aplicó una volea de espinilla tan defectuosa que dejó petrificado al meta, viendo como llovía el balón por el palo contrario del que defendía. Bendito churro que hacía justicia al buen juego del Madrid.

Valverde y Bellingham, subidos a esa ola, tuvieron el segundo gol. Todo parecía encarrilado hasta que Ceballos le hizo un penalti inconsciente a Foden que transformó Haaland. La respuesta del Madrid fue inmediata, con un gol de Brahim, tras mal rechace de Ederson. Pidió perdón el malagueño por su pasado ‘citizen’. Su equipo, no. Iba a la yugular. Y en el descuento, Vinicius robó el enésimo balón y le regaló el tercer tanto a Bellingham para confirmar el baño del campeón a un City irreconocible.

Cambios

Phil Foden (29′, Jack Grealish), Rico Lewis (45′, Manuel Akanji), Mateo Kovacic (60′, Nathan Aké), Luka Modric (80′, Dani Ceballos), Brahim Díaz (83′, Rodrygo), Omar Marmoush (83′, Savinho), Ilkay Gündogan (83′, Kevin De Bruyne), Fran García (91′, Kylian Mbappé)

Goles

1-0, 18′: Erling Braut Haaland, 1-1, 59′: Kylian Mbappe, 2-1, 79′: Erling Braut Haaland, 2-2, 85′: Brahim Diaz, 2-3, 91′: Jude Bellingham

Hender «Vivo» González

Con información de Diario AS