Miles de ecuatorianos votan desde España preocupados por la criminalidad y la pobreza

Miles de ecuatorianos acuden con normalidad al gran centro de votación de Madrid y otros de España para elegir al presidente y vicepresidente de la República y a los parlamentarios de su país, con la esperanza de que se resuelvan problemas como la criminalidad, la pobreza y la corrupción, según testimonios recogidos.

Una riada de personas entra y sale del pabellón 14 del reciento ferial Ifema de Madrid, donde pueden votar, organizados en filas de hombres y de mujeres, 71.876 electores inscritos, la gran mayoría de los 189.654 registrados en toda España, la mayor parte con doble nacionalidad.

Es el país del extranjero con más electores ecuatorianos, de los que unos 40.000 podrán votar en Barcelona y 30.000 en Murcia, ente otros centros.

El cónsul general de Ecuador en Barcelona, Patricio Garcés Ramírez, explicó que la división entre hombres y mujeres para votar es una forma de poner un poco de orden y evitar aglomeraciones, sin más connotaciones.

A España le siguen Estados Unidos con 144.701 e Italia con 53.664 registrados de un total de 456.487 residentes en el extranjero, para los que el voto es voluntario, pero obligatorio dentro del Ecuador.

Decidirán entre el actual mandatario, Daniel Noboa (ADN), y la candidata del correísmo, Luisa González (Revolución Ciudadana), para el periodo 2025-2029, los dos favoritos de los sondeos, además de elegir a los representantes parlamentarios.

Votar «con la cabeza» y «en conciencia»

Edison, uno de los votantes en Madrid, explicó que llegó en el año 2000 a España; resaltó la importancia de votar «con la cabeza y los cinco sentidos» para elegir a los políticos adecuados, que resuelvan los problemas más urgentes.

Y se refirió a las «mafias de las drogas» y las «familias pobres, a las que tienen que ayudarles a salir adelante».

Esther lleva también 25 años en España y destaca el valor de votar «en conciencia» para mejorar la situación del país, adonde se plantea regresar algún día porque allí están sus padres.

¿Y qué espera del presidente elegido? «Que no haya mucha corrupción ni mucha delincuencia, y que haya seguridad, que es lo que necesitamos -responde-, y trabajo, que no haya tanta pobreza, que la gente pueda trabajar honestamente y salir a las calles sin tener miedo».

También la inseguridad es una de las principales preocupaciones de Eliana, pero hoy lloró al no poder votar porque su nombre no aparecía en el padrón.

«Mi sobrino me llamó el otro día para decirme que ha habido un tiroteo en la puerta de su casa (…) Tengo mi casa, mi vida allá, y pensar que no se puede andar en libertad es triste», reconoció a EFE.

El presidente Noboa declaró hace 13 meses un «conflicto armado interno» para hacer frente a las organizaciones criminales, en especial las del narcotráfico.

La embajadora Andrade confía en el esfuerzo de todos contra el crimen

En declaraciones a EFE antes de votar, la embajadora en España, Wilma Andrade, destacó la «total normalidad» de la jornada y la «impresionante» afluencia de electores, de los que 6.000 habían votado en Madrid a media mañana.

«Esto significa (explicó) que la comunidad ecuatoriana, que está tan integrada a España, que ha aportado a este país, no se ha olvidado del nuestro, lleva al Ecuador en su corazón (…) He podido ver a familias que han venido desde Santander», a 400 kilómetros de Madrid.

Preguntada por la preocupación de los votantes sobre la criminalidad, la embajadora citó el problema del narcotráfico, «un tema que afecta a todos los ecuatorianos», pero el Estado «siempre debe tomar decisiones para enfrentarlo».

«No podemos de ninguna manera permitir que nuestro país pueda convertirse en un narcoestado», subrayó. Y a pesar de las noticias sobre crímenes, «mucha gente que hace turismo en el Ecuador» dice se está «con total tranquilidad».

«Nosotros esperamos que se recobre esa paz, pero eso pasa porque es un esfuerzo de todos, es un esfuerzo de todos los ecuatorianos para poder salir adelante», apostilló. 

Zuleydy Marquez con información de Globovisión