La Administración de Donald Trump evalúa utilizar instalaciones para migrantes en la base militar de Guantánamo para retener a migrantes en situación irregular en Estados Unidos que las autoridades buscan deportar a sus países de origen, afirmó este miércoles 29 de enero, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
Noem hizo esas declaraciones en una entrevista con la cadena Fox News, en la que fue preguntada directamente si la base naval, ubicada en Cuba, era una opción para enviar a los inmigrantes detenidos por los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés).
La funcionaria explicó que el Gobierno está evaluando varias opciones para expulsar a quienes están en Estados Unidos de forma irregular, en especial a los nacionales de países que no aceptan deportaciones, como Venezuela y Cuba.
«Estamos evaluándolo y debatiéndolo en este momento. Es una decisión del presidente, pero es un recurso y vamos a seguir explorando cómo podemos utilizar todos nuestros recursos para mantener a Estados Unidos seguro», afirmó Noem.
El campo de detención de la base de Guantánamo fue abierto en 2002 por el entonces presidente George W. Bush (2001-2009) para retener a acusados de terrorismo en el marco de la «guerra global contra el terrorismo» tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Aunque los migrantes son retenidos en un área separada, se encuentran en un limbo legal dentro de una base militar que opera al margen de las leyes migratorias estadounidenses.
La situación ha sido históricamente opaca, con poca información pública sobre lo que ocurre allí.
Un reportaje publicado en septiembre de 2024 por The New York Times, basado en informes internos del Gobierno, reveló que los detenidos enfrentan condiciones precarias en Guantánamo, incluyendo denuncias de que son obligados a usar gafas de visión opaca durante los traslados dentro de la base, que sus llamadas con abogados son monitoreadas y que algunas instalaciones están llenas de ratas.
Rubén Conde con información de NAD