Los Bravos de Margarita han tomado una cómoda ventaja de 2-0 en la Gran Final de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), barriendo a los Cardenales de Lara en su propio terreno, el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez.
La superioridad insular ha sido evidente en ambos encuentros, con una sólida defensa y un pitcheo efectivo que han neutralizado por completo la ofensiva crepuscular. Esta sorpresiva debacle ha generado gran conmoción entre la fanaticada larense, que esperaba una actuación más dominante de su equipo, líder en la ronda regular y el round robin.
Las decisiones tácticas del manager Henry Blanco han sido objeto de debate, especialmente los cambios en las posiciones de algunos jugadores, que han incidido en errores defensivos que han costado carreras a los Cardenales.
Asimismo, se ha cuestionado el rendimiento de algunos peloteros, cuya concentración podría verse afectada por factores externos relacionados a la vida nocturna y a problemas públicos en las redes sociales con distintas mujeres.
La afición crepuscular se pregunta qué ha sucedido con su equipo, que de ser el favorito absoluto ha pasado a ser un conjunto vulnerable y errático. La presión de la final y la falta de ajuste a los cambios tácticos podrían estar pasando factura a los Cardenales de Lara.
La serie se trasladará ahora a Porlamar, donde los Bravos buscarán cerrar la serie y alzar el trofeo de campeón. Por su parte, los Cardenales deberán encontrar la fórmula para reaccionar y evitar una barrida en casa.
Daniel Oviedo / Noticias Barquisimeto