Palestinos salen a las calles de Gaza: «La guerra mató todo lo bello que llevábamos dentro»

Los palestinos salieron a las calles de Gaza para celebrar el alto el fuego, pero los momentos de alegría se desvanecieron para muchos al regresar a sus hogares y encontrarse con la devastación.

En Yabalia, ciudad del norte de Gaza que alberga el mayor campo de refugiados de la Franja, imágenes y videos compartidos por los residentes muestran barrios enteros reducidos a escombros.

«Sobreviví con mis dos hijas, salimos de debajo de los escombros de nuestra casa», relató a BBC News Duaa al Jalidi, de regreso a la zona de Al Faluja, en Yabalia.

«Aquí, bajo los escombros, permanecen enterrados los cuerpos de mi marido, mi suegra y mi cuñada desde el 9 de octubre».

«No quiero nada más que sus cuerpos para poder enterrarlos con dignidad», añadió esta mujer de 28 años y madre de dos hijos.

El campo de Yabalia, en el que vivían más de 250.000 personas, se convirtió en el escenario de la mayor y más violenta operación militar israelí durante la guerra, en la que murieron unos 4.000 palestinos, según el Ministerio de Sanidad dirigido por Hamás.

También regresó a Yabalia Hussein Awda, que documentó su viaje de vuelta desde la Ciudad de Gaza.

Este levantador de pesas profesional, que ha representado a los palestinos internacionalmente, perdió a 10 miembros de su familia al comienzo de la guerra.

«Lo mejor que me ha pasado hoy es que, después de 100 días, he podido visitar la tumba de mi familia y rezar por ellos», compartió.

También publicó un video en el que mostraba la devastación de su casa de tres plantas y del club deportivo del que es propietario.

«Aquí perdí a las personas más cercanas a mi corazón: mis hermanos, mis hijos, mi fuente de sustento. La guerra mató todo lo bello que llevábamos dentro».

En la ciudad meridional de Jan Yunis, combatientes armados de Hamás recorrieron las calles entre vítores y cánticos, según la agencia de noticias Reuters.

En algunas zonas también se desplegaron policías de Hamás, vestidos de uniforme, tras meses ocultándose para evitar los ataques israelíes.

Ahmed Abu Ayham, residente en la Ciudad de Gaza, que se ha refugiado con su familia en Jan Yunis, declaró a Reuters que su ciudad natal había quedado «horrible».

En la ciudad que, según los expertos, ha sufrido la mayor destrucción en la guerra, se vio a gente ondeando la bandera palestina y grabando escenas con sus móviles.

Pero, para este hombre de 40 años, no es el momento de las celebraciones, a pesar de que el alto el fuego podría salvar vidas: «Estamos sufriendo, sentimos un profundo dolor, y es hora de que nos abracemos y lloremos», afirmó.

El temor continúa

Los gazatíes también iniciaron su regreso a la ciudad meridional de Rafah, cerca de la frontera egipcia.

«Gracias a Dios, hemos recibido la noticia de la entrada en vigor del alto el fuego con alegría y felicidad», relató Mohammed Suleiman al programa Gaza Lifeline del servicio árabe de la BBC.

«Si Dios quiere, las cosas cambiarán para mejor y volveremos a Rafah. Espero que todos los desplazados regresen sanos y salvos a sus hogares».

Muchos huyeron de la ciudad después de que Israel ordenara su evacuación antes de iniciar una operación en esta localidad del sur de Gaza.

En Rafah, Muhammad al-Jamal, periodista del periódico palestino Al-Ayyam, reflexionaba sobre su propia pérdida.

«La casa fue arrasada; todo quedó reducido a escombros», lamentó. «El gallinero y la higuera cuyos frutos compartíamos juntos son ahora cosa del pasado».

La fragilidad del acuerdo de alto el fuego se hizo evidente en sus primeras horas.

La tregua entró finalmente en vigor tras un retraso de tres horas, durante el cual murieron 19 palestinos en lo que Israel dijo que eran ataques contra «objetivos terroristas».

Por la tarde, tres rehenes israelíes estaban de vuelta en Israel, como parte de una primera fase de seis semanas en la que se liberará a 33 rehenes.

Pero la población de Gaza sigue temiendo que la tregua se tambalee una vez más.

Información de: BBC