La ciudad de Barquisimeto despertó este viernes en un ambiente de calma y escaso movimiento, a pocas horas de la juramentación del presidente Nicolás Maduro para un tercer período presidencial. La incertidumbre generada por la crisis política que atraviesa Venezuela ha llevado a una parte significativa del comercio local a permanecer cerrado, afectando la actividad económica en la región.
Los comerciantes, preocupados por posibles disturbios y manifestaciones, han optado por resguardar sus negocios ante el clima de tensión que se vive en el país. Las calles, normalmente concurridas, presentan un panorama inusual con pocos transeúntes y vehículos circulando.
Además, varios puntos emblemáticos de Barquisimeto están bajo la vigilancia de funcionarios de los cuerpos policiales y la Guardia Nacional Bolivariana. La presencia de las fuerzas del orden busca garantizar la seguridad y el orden público en un día que podría ser decisivo para el futuro político del país.
Mientras tanto, los ciudadanos permanecen atentos a los acontecimientos que se desarrollan tanto en la capital como en otras ciudades del país, esperando que la situación se mantenga tranquila y sin incidentes. La jornada se presenta como un momento crucial para Venezuela, donde las tensiones políticas continúan marcando el pulso social y económico del país.
Daniel Oviedo / Noticias Barquisimeto