El bastón de la Divina Pastora es un símbolo profundo y significativo que representa la guía y la protección en la tradición religiosa y cultural de la comunidad. Este emblemático objeto no solo es un elemento de devoción, sino que también se ha convertido en un medio de expresión cultural y espiritual para las integrantes del grupo ‘Buscadores de Tesoro’.
“Venimos a rendir la homenaje a la Divina Pastora con nuestros botones de gratitud, estos tienen un gran significado como lo es agradecerle a la virgen por todos los privilegios que nos provee día a día”, manifiesta Magaly Pérez-Limardo de Pantoja, integrante del grupo ‘Buscadores de Tesoro’.
La decoración de los bastones con elementos culturales es una manera de honrar a la Santa Madre de Dios, fortaleciendo así la conexión entre la fe y las tradiciones de la comunidad. Cada miembro del grupo tiene su propia visión de lo que el bastón de la Divina Pastora significa para ellas.
“Cada una de nosotras ha preparado su bastón según su personalidad y deseos más profundos. En el mío, tengo cascabeles que simbolizan la felicidad y la unidad, todos adornados con la bandera de Venezuela, porque estamos unidas en oración por nuestro país”, comenta Carmen Alicia Carmona de García.
Magaly Pérez-Limardo de Pantoja también comparte su historia: “El mío es un tributo a la Virgen María en todas sus advocaciones, especialmente a la Divina Pastora. Lleva varias medallitas de vírgenes que nos protegen y son nuestras madres”.
Por su parte, Carmen Elena Deseda de Pérez añade: “Mi bastón es muy representativo. El lazo blanco simboliza a la Pastora, y el lazo tricolor es por Venezuela. También incluye elementos como los Zaragozas, el cocuy de Lara, y Santa Eduviges, mi santa patrona, junto con otros símbolos larenses. Todo esto es un agradecimiento a la Divina Pastora”.
A través de la personalización de sus bastones, las integrantes de ‘Buscadores de Tesoro’ no solo rinden homenaje a la Virgen, sino que también celebran su identidad como venezolanas, compartiendo un mensaje de unidad y esperanza.
Carla Martínez / Noticias Barquisimeto