El Monumento de Fe: Manto María Divina Pastora

El Monumento Manto de María Divina Pastora, conocido también como el Monumento Mariano a la Divina Pastora, es uno de los destinos fundamentales para el turismo religioso en el estado Lara. Situado en una colina en el este de Barquisimeto, ofrece a los visitantes una vista excepcional de Barquisimeto y Cabudare, siendo visible desde varios puntos de los estados Lara y Yaracuy.

Este amplio espacio es frecuentado por turistas y familias que se acercan para admirar la estructura o tomarse fotografías memorables. Además, los visitantes pueden disfrutar del mirador, desde el cual se observa toda la ciudad crepuscular.

Los visitantes pueden acceder a una terraza mediante un ascensor o subiendo los 296 escalones, distribuidos en 4 mezzaninas. En cada mezzanina, algunos guías comparten información sobre la obra arquitectónica y la devoción a la Divina Pastora.

Construcción de la obra

La construcción del monumento comenzó en 2014, en colaboración con el Ejecutivo Regional y el Gobierno Nacional. Presentado en 2011, se eligió el cerro “Colina del Viento” en el este de Barquisimeto para su edificación. Tras dos años de trabajo, fue inaugurado en enero de 2016, coincidiendo con la 158ª procesión de la Divina Pastora.

Con 63 metros de altura, la escultura está compuesta por 3772 tubos de aluminio, cada uno de 25 cm de diámetro, dándole un tamaño total de 47.7 metros de altura. Este monumento se ha convertido en el más grande dedicado a la Virgen María en Latinoamérica, superando a la Virgen de la Paz en Trujillo, que mide 46.72 metros.

Esta obra cinética en 3D es un ícono de la cultura larense y de la religión, celebrando a la Divina Pastora, cuya imagen recorre las calles de Barquisimeto cada 14 de enero. Aunque no tiene ni 10 años desde su construcción, ya ocupa un lugar especial en el corazón de los feligreses barquisimetanos.

Entre las historias entrañables, destaca la de Maricarmen López de Urachiche y Juan José Torrealba, habitante del barrio 5 de julio de Barquisimeto. Se conocieron por casualidad la tarde de un Viernes Santo en el monumento, y desde aquel momento, nació el amor entre la pareja. Cinco años después, se casaron en una boda colectiva en el mismo lugar donde todo comenzó.

El emblemático sitio turístico ha sido escenario de bodas colectivas, reencuentros familiares y ofrece la mejor vista de la ciudad de Barquisimeto. Además, muchos visitantes han compartido historias entrañables de sus experiencias al visitar el monumento.

Zuleydy Márquez Noticia Barquisimeto