La tradición de las uvas en Año Nuevo no solo es deliciosa, sino que también está cargada de simbolismo. Cada uva representa un deseo o meta para cada mes del año siguiente. La expectativa de la medianoche llena el ambiente con alegría y esperanza. Las familias se reúnen, preparan sus doce uvas y a medida que suena la campana, ingieren cada una con un deseo en mente. Este ritual se ha transmitido de generación en generación y sirve como un recordatorio de que siempre hay espacio para nuevos comienzos.
En Cabudare, la venta de uvas es un fenómeno que atrae a muchas personas en busca de las mejores opciones para celebrar. En el centro de la ciudad, los comerciantes locales ofrecen una variedad de uvas que van desde las criollas hasta las importadas, cada una con su distintivo sabor y beneficios.
José Pastor Colmenarez, un comerciante de la zona, destaca la calidad de las uvas disponibles: “Las uvas están dulcitas, el kilo lo tenemos en 7$. Es un precio accesible y se están vendiendo bastante aquí en Cabudare”.
Emprendimiento joven en la Plaza La Cruz
Entre los vendedores, destacan Merly Mendoza y Jessica Canelón, dos jóvenes ingenieras agrónomas que han decidido emprender en el negocio de la venta de frutas en la Plaza La Cruz ofreciendo un surtido que va más allá de las uvas, incluyendo fresas y manzanas.
«Los días más fuertes van a ser hoy y mañana por lo menos con las uvas», menciona Merly. Esto resalta el auge de la actividad comercial relacionada con las festividades. Además, Jessica opina sobre las preferencias de los clientes: “Lo más llevado viene siendo las uvas criollas, sobre todo por el precio que es la más económica y rinde más”.
Con precios que varían entre 400 y 500 bolívares, dependiendo del tipo y la calidad, no hay excusa para dejar de lado esta hermosa tradición. Tanto si prefieres las uvas criollas como las importadas, la opción de llevarte estas ricas frutas a casa está a tu alcance. Como concluyen Merly y Jessica, «los invitamos a acercarse y llevarse estas riquísimas uvas para su celebración de fin de año». Al final del día, lo que importa es mantener vivas las tradiciones que nos unen como comunidad y nos llenan de esperanza.
Así que, no olvides acercarte al centro de Cabudare y llevarte estas deliciosas uvas para pedir tus deseos es una forma maravillosa de cerrar el año con gratitud y abrir uno nuevo con optimismo.
Carla Martínez / Noticias Barquisimeto