“Cuando esa chica me dijo que tenía un fierro, temí por mi vida”. Así declaró a un medio digital Deivis Agüero, barquisimetano de 56 años, luego de colocar una denuncia penal en la sede de la Policía de Investigaciones (PDI), de San Francisco, Santiago Centro, contra Constanza Paz Ruíz, una chilena quien tomó sus servicios de transporte a través de una aplicación.
La pasajera, al darse cuenta de la nacionalidad venezolana del conductor, comenzó a insultarlo de manera verbal, escalando la situación hasta agredirlo físicamente en dos oportunidades en el rostro. Además, lo amenazó con falsas acusaciones de acoso sexual y con el uso de un arma de fuego.
¿La razón? Pedirle que se sentara en el puesto delantero de su auto para reducir la posibilidad de que Carabinero le pusiera una infracción por el servicio. Reseñó la cuenta CronicasdeChile
A Deivis lo acompañó Ronald, uno de sus tres hijos, uno de ellos con capacidades especiales. Desde Santiago mantienen a su familia en Venezuela. “Mi papá es un caballero. Yo vi el video y me indigné tanto que le dije: ‘Vamos a denunciar”, detalla el muchacho, quien cuenta que ambos tienen Residencia Definitiva y procuran cumplir con las reglas sin faltarle el respeto a nadie. Dijo al medio digital.
La denuncia se sustentó en la Ley Zamudio, también conocida como Ley N° 20.609, que establece medidas contra la discriminación en Chile. Su objetivo es establecer un mecanismo judicial para restablecer el derecho cuando se comete un acto de discriminación arbitraria.
Funcionarios de la PDI constataron con un examen forense las lesiones del taxista y como parte del proceso adelanta una visita para reconocer facialmente a la chica que, de acuerdo con algunos comentarios en redes sociales, «tuvo impasses similares con un conserje y con el responsable de un local de comida rápida a quien ofendió y arrojó comida a la cara». Publicó la página de instagram Crónicas de Chile.
Oriana Lorenzo con información de Crónicas de Chile