Las recientes inundaciones en el municipio Palavecino, particularmente en la zona de Cabudare, han puesto en evidencia una problemática de larga data: el desbordamiento de las quebradas y su impacto en la población. El ingeniero Manuel Cols, especialista en el área ambiental, en una reciente entrevista, a través de Somos Tv, alertó sobre las causas estructurales de esta situación y propuso soluciones concretas para mitigar los daños.
Cols explicó que el crecimiento urbano descontrolado de Cabudare, que ha pasado de 15 mil a más de 200 mil habitantes en las últimas décadas, ha generado un conflicto entre la población y el sistema hídrico natural. Primeramente hay que visualizar cuando nace Cabudare, «en los años 1950 el censo de población tendría unas 15 mil personas, en ese momento ya existía una red de quebradas, al menos unas 23 quebradas que bajan desde las montañas del Terepaima», afirmó el experto, destacando que la invasión de los márgenes de los ríos y la construcción de viviendas en zonas de riesgo han exacerbado el problema.
«La población se le metió a las quebradas«
Es así que con el crecimiento de la población hoy en día con más de 200 mil habitantes, «producto de la expansión urbanística en los años 70s, en el municipio Palavecino esto conllevó a que se generara un conflicto que hoy en día es bastante grave entre las quebradas y la población, porque podemos decir que ‘la población se le metió a las quebradas’ no al revés, ahora vemos más viviendas cerca de estos causes».
En este sentido, es importante señalar que las quebradas son bienes de dominio público y las autoridades tienen la responsabilidad de protegerlas, Cols denunció la falta de acción por parte de los organismos competentes. La ocupación de los márgenes, la tala de árboles y la descarga de aguas residuales en los cauces han deteriorado gravemente el sistema hídrico de la zona.
«Se podría decir que los organismos públicos poco se han ocupado de preservar las quebradas y de velar que no se ocupen los márgenes, que no se siembren especies de alto porte en los bordes, que desvisten sus raíces y los árboles caen al cause y también revientan las losas de protección de las quebradas, otra es las viviendas que fueron construidos a las orillas y las cloacas las lanzan a estas», expresó Cols.
Tras todo lo expuesto el ingeniero Cols señala que las autoridades competentes no han tomado acciones para resolver lo que acontece en el municipio Palavecino, ya que no se trata de este año sino de una situación que ocurre desde hace varios años atrás.
El ingeniero atribuyó las recientes inundaciones no solo al crecimiento urbano, sino también al cambio climático y al fenómeno de La Niña, que han intensificado las precipitaciones en la región. «Tenemos unos torrentes de agua que seguirán bajando desde las montañas del Terepaima, y en toda la entidad, estas aguas se juntan y van escurriendo en el caso de Palavecino en el cause de la quebrada Tabure», advirtió Cols.
Como solución a largo plazo, Cols propuso la reestructuración del plan de drenaje, incluyendo la construcción de pequeñas presas que reduzcan la velocidad del flujo de agua y permitan una mejor distribución. «Estas presas no pueden tener mayor tamaño de 20 a 30 metros, esto lograría que las aguas se retuvieran en la zona del pie de monte y se drenaran poco a poco», explicó.
Sin embargo, a pesar de haber presentado esta propuesta en múltiples ocasiones a las autoridades, Cols lamentó la falta de voluntad política para llevarla a cabo. «Nos hemos cansado de plantearlo a las anteriores y a las presentes y a diferentes niveles, nos han escuchado pero no terminan de tomar la decisión», señaló.
El experto también hizo un llamado a la población a tomar conciencia sobre la importancia de proteger las quebradas y a evitar acciones que puedan agravar la situación, como la disposición de residuos en los cauces o la construcción en zonas de riesgo.
Las inundaciones en Cabudare son un claro ejemplo de los desafíos que enfrentan las ciudades en un contexto de cambio climático y crecimiento urbano descontrolado. La solución a este problema requiere de una acción coordinada entre las autoridades y la población, con el objetivo de proteger el medio ambiente y garantizar la seguridad de los habitantes.
Oriana Lorenzo / Noticias Barquisimeto