La Unidad de Diálisis en Barquisimeto, específicamente ubicada en la carrera 25 con calle 34, se ve envuelta en una situación crítica que demanda atención urgente. Los familiares de los pacientes renales, preocupados y consternados, levantan su voz contra la indiferencia de las autoridades frente a las condiciones lamentables que enfrentan a diario.
Las máquinas de hemodiálisis, piezas vitales para la vida de quienes dependen de este tratamiento, presentan fallas constantes debido a su precario estado. Esta realidad no solo pone en riesgo la efectividad del proceso, sino que también genera un ambiente tenso y cargado de incertidumbre tanto para los pacientes como para el personal que labora en dicha unidad.
«Hay 43 máquinas de hemodiálisis las cuales siempre están fallando, se paraliza la máquina y el paciente deja de ser dializado. Esas máquinas son demasiado viejas, necesitamos el remplazo de estas máquinas de hemodiálisis y desde hace muchos años hemos hecho el llamado a todos los entes competentes», manifiesta Anabelle Camacaro, familiar de paciente renal y miembro de la Fundación Amigo del Paciente Renal del estado Lara (Fundaprel).
«Debido a las fallas que presentan, los pacientes renales quedan mal dializados, no se les saca el suficiente líquido o la suficiente urea. Lo que queremos son unas diálisis optimizadas para que ellos se incorporen a la sociedad», agrega Camacaro.
Así mismo, señalan que la infraestructura de la unidad se encuentra deteriorada, añadiendo una capa más de dificultad a una situación ya de por sí complicada. La ausencia de aire acondicionado agrava aún más el panorama, creando un entorno insalubre que afecta la salud y el bienestar de todos los presentes.
«Ellos sobreviven con un riñón artificial que se los da la maquina de hemodiálisis por eso estamos pidiendo que basta de apatía y de indiferencia, son seres humanos que desean vivir», expresa Camacaro.
Aunado a esto, explican que los altos costos de los exámenes de laboratorio y de los concentrados globulares representan una carga financiera insostenible para muchos de los pacientes y sus familias, quienes luchan día a día por mantenerse a flote en medio de esta crisis.
Es imperativo que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto de manera urgente. La vida de los pacientes renales está en juego, y es responsabilidad de todos garantizarles una atención digna, segura y de calidad. Los pacientes de la Unidad de Diálisis Barquisimeto espera acciones concretas y efectivas que resuelvan estos problemas de raíz y devuelvan la esperanza a aquellos que dependen de esta unidad para sobrevivir.
Carla Martínez / Noticias Barquisimeto