Insistió en el compromiso internacional de dar pasos concretos por la paz allí donde, sobre todo, las consecuencias de la guerra afectan a menores, civiles y lugares de culto. La vida es sagrada, repitió incansablemente el Sucesor de Pedro.
Respeto del derecho internacional humanitario
Tras la oración mariana, el Papa recordó que mañana, 28 de octubre, se inaugura en Ginebra la Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que calificó de “importante”, 75 años después de los Convenios de Ginebra. Y expresó su esperanza, a la luz de los conflictos en el mundo donde miles de personas pierden la vida cada día, muchos de ellos niños.
Que este acontecimiento despierte las conciencias para que, durante los conflictos armados, se respete la vida y la dignidad de las personas y de los pueblos, así como la integridad de las estructuras civiles y de los lugares de culto, de acuerdo con el derecho internacional humanitario. Es triste ver cómo en la guerra, en algunos lugares, se destruyen lugares, hospitales y escuelas.
¡Demasiadas víctimas inocentes!
El Pontífice, desde la ventana del Palacio Apostólico, no olvidó invitar a rezar por la paz. Este domingo su doloroso pensamiento se dirigió a las pequeñas víctimas, los niños. Recordó el conflicto en Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, “para que cese la escalada y para que prime el respeto a la vida humana, que es sagrada”.
Las primeras víctimas están entre la población civil: lo vemos todos los días. ¡Demasiadas víctimas inocentes! ¡Vemos todos los días imágenes de niños masacrados! ¡Demasiados niños! Recemos por la paz.
Información de: Nota de Prensa