En medio de la ruptura de relaciones entre Venezuela y Panamá, debido la crisis política desatada tras las cuestionadas elecciones presidenciales del 28 de julio, el presidente panameño, José Raúl Mulino, informó que considera hallar un tercer país que acoja a migrantes venezolanos deportados, que lleguen al país tras cruzar la selva del Darién.
El mandatario considera que esa sería una solución para «la crisis de los venezolanos que están cruzando por Panamá» con rumbo a Estados Unidos.
Mientras tanto, la agregada regional de seguridad interna de EE.UU, Marlen Piñeiro, indicó que en las próximas semanas Panamá podría iniciar la deportación aérea de venezolanos que atraviesan la selva a terceros países, como parte de un acuerdo en el que el Gobierno estadounidense correrá con los gastos de operación.
Según el último balance de migración, de los más de 263.000 personas que cruzaron el Darién hasta septiembre pasado, el 67% eran venezolanos, mientras que en 2023, cuando se produjo el récord histórico de más de 520.000 personas transitando por la selva, el 63% procedían también de Venezuela.
Rubén Conde con información de NAD