Pocos temas son tan debatidos en el ámbito de la salud como el valor de la humilde balanza de baño. Algunos expertos recomiendan pesarse diariamente para controlar el peso, sobre todo cuando se sigue un programa de dieta y ejercicio para adelgazar.
Otros sugieren dejar de lado este hábito, argumentando que puede desencadenar respuestas psicológicas y comportamientos poco saludables cuando no nos gusta o no interpretamos correctamente el número que vemos en la báscula. Y muchos, entre ellos yo mismo, recomendamos pesarse semanalmente, incluso cuando no estemos intentando perder peso.
Pesarse semanalmente ayuda a controlar tu peso
Investigaciones recientes confirman que pesarse regularmente es una estrategia eficaz para perder y controlar el peso, principalmente porque ayuda a aumentar la conciencia de nuestro peso actual y a detectar cambios.
Una revisión sistemática de una docena de estudios concluyó que los participantes que se pesaban semanal o diariamente durante varios meses perdían entre 1 y 3 unidades de IMC (índice de masa corporal) más y recuperaban menos peso que los participantes que no se subían a la báscula con frecuencia.
Los autopesajes son una herramienta esencial para controlar el peso a medida que envejecemos. Los adultos tienden a ganar peso progresivamente a lo largo de la mediana edad. Aunque el aumento medio de peso suele ser de entre 0,5 y 1 kg al año, esta modesta acumulación de peso puede conducir a la obesidad con el tiempo.
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Pesarse semanalmente y llevar un registro de los resultados ayuda a evitar un aumento de peso innecesario. Hacer un seguimiento de nuestro peso también puede ayudar a identificar problemas médicos a tiempo. Los cambios drásticos de peso pueden ser un signo precoz de algunas afecciones, como problemas de tiroides, digestión y diabetes.
Zuleydy Márquez con información de RT