El desplome del mercado bursátil global, este lunes, ocurrió debido a la fuerte caída de las acciones de las empresas tecnológicas de alto vuelo. Se calcula que el valor de mercado de las siete compañías más valiosas del planeta disminuyó en más de un billón de dólares y, consecuentemente, lo hicieron también las fortunas de los multimillonarios que están tras ellas.
De acuerdo con el rastreador de patrimonio neto en tiempo real de la revista Fortune, el fundador de Amazon, Jeff Bezos, registró la mayor pérdida en un solo día, en comparación con cualquier otro magnate. Su fortuna disminuyó en 8 mil millones de dólares luego de que las acciones del gigante estadounidense de comercio electrónico cayeran en más de 5%.
El fundador y director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, se ubicó como el segundo mayor damnificado del pánico financiero. El desplome en 7% del fabricante de semiconductores provocó que su mayor accionista perdiera 7 mil 900 millones de dólares.
Entretanto, el patrimonio de Mark Zuckerberg, director ejecutivo y cofundador de Meta (matriz de Facebook) se redujo en 7 mil millones de dólares. Al mismo tiempo, las fortunas de Larry Ellison, presidente de la compañía Oracle, y de Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, registraron pérdidas de 6 mil millones de dólares en cada caso.
Otros multimillonarios, menos involucrados en las operaciones diarias de los gigantes tecnológicos, también resultaron perjudicados. Las fortunas de los cofundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page, se redujeron en más de 4 mil millones de dólares, mientras que el cofundador de Microsoft, Bill Gates, y su exdirector ejecutivo, Steve Ballmer, sufrieron pérdidas de 3 mil y 4 mil millones de dólares, respectivamente. Laurene Powell Jobs, viuda del cofundador de Apple, Steve Jobs, perdió alrededor de 580 millones de dólares.
El temor a que la economía estadounidense esté en peores condiciones de las previstas provocó fuertes ventas de activos financieros este 5 de agosto, lo que se tradujo en la caída de los índices bursátiles. El índice Nikkei 225, de Japón, se desplomó en más de 12%, su peor caída desde 1987. La situación se replicó en los mercados del continente asiático.
Finalmente el mercado de valores estadounidense perdió más de 1,93 billones de dólares instantes después de que comenzaran las operaciones, como consecuencia del pánico en el sector financiero y en medio de los temores de recesión en Estados Unidos (EEUU), lo que impulsó las ventas masivas en todo el mercado mundial.
Carla Martínez / Con información de RT