Venezolanos que hacían vida en el centro poblado en Ayacucho, Perú, recibieron una serie de medidas restrictivas para abandonar la zona voluntariamente. De acuerdo con medios locales, la municipalidad del centro poblado Relave, en la provincia ayacuchana de Parinacochas, lanzó un plazo de 24 horas para que extranjeros en la zona abandonen voluntariamente su jurisdicción. La medida fue adoptada en coordinación con el frente de defensa y una asociación local. Según el comunicado, la decisión fue tomada debido a los constantes hechos de violencia que han afectado a los habitantes de Relave. “Hay familias que están siendo extorsionados y amenazados de muerte por unos extranjeros venezolanos. Este acuerdo es para salvaguardar a los pobladores”, se lee en la parte final del texto. Entre los acuerdos a los que llegaron en reunión en el centro poblado de Relave, en Ayacucho, está el no dar trabajo a las personas extranjeras y sancionar a quienes incumplan ese compromiso. También apuntaron que se sancionara con 3000 soles a quienes cedan en alquiler habitaciones o departamentos a ciudadanos no peruanos. Ruben Conde con información de NAD
Venezuela registró 155 feminicidios hasta octubre de 2024
Al menos 155 feminicidios hubo en Venezuela desde el comienzo de este año hasta finales de octubre, mes durante el que se computaron 13 casos, según la organización no gubernamental Utopix. Del total de víctimas en octubre, cinco eran madres, por lo que siete «niños, niñas y adolescentes quedaron huérfanos», señaló la ONG en un informe, donde denuncia que la impunidad «ampara muchas veces» a los agresores. Por otra parte, Utopix registró 15 casos «en grado de frustración» y siete «femicidios de venezolanas en el exterior, específicamente en Colombia, Ecuador, Perú, Brasil y Guyana». Indicó que, en ese periodo de diez meses de 2024, hubo un promedio de un feminicidio «consumado cada 47 horas» en Venezuela, y uno «en grado de frustración cada 40 horas». Ruben Conde con información de Unión Radio
El Espíritu de la Navidad: Tradiciones y rituales que conectan el alma
La Navidad es una época del año que despierta en nosotros un caleidoscopio de emociones, desde la alegría hasta la esperanza. En una entrevista exclusiva para Noticias Barquisimeto, el astrólogo Yohnger Gutiérrez compartió su visión sobre el ritual del espíritu navideño, recordándonos que este espíritu vive en cada uno de nosotros. ¿Alguna vez has sentido esa chispa navideña en el aire? Ese ambiente festivo que transforma cualquier espacio en un hogar lleno de amor y calidez. El espíritu de la Navidad no es simplemente un concepto, es una emoción palpable que se extiende por cada rincón de nuestras casas. Gutiérrez enfatiza que cuando una familia decide levantarse en un buen día para limpiar, pintar y poner música a todo volumen, están desatando la magia de esta festividad. La risa de los niños, el abrazo de los seres queridos y el olor a la casa recién pintada son solo algunos de los elementos que crean un ambiente emocional único durante esta temporada. Cada 21 de diciembre, se inicia un ritual que muchas familias siguen con devoción. Este ritual, según Gutiérrez, comienza con la recolección de mandarinas, cuyas conchas se colocan en un recipiente con agua en la nevera, mientras que otras se secan al sol. «Este proceso, que debe comenzar al menos una semana antes, crea una conexión simbólica con la abundancia que se espera en el nuevo año. La cena de Navidad, incluye lentejas y arroz, alimentos que invocan prosperidad», explica. Durante la cena, hay un elemento especial que no puede faltar: un bol de vidrio que se coloca en el centro de la mesa, conteniendo arroz, monedas o billetes, y lentejas. Este sencillo pero poderoso ritual busca atraer vibraciones de abundancia, y es importante abrir las ventanas durante la cena para permitir la entrada de energías positivas, especialmente las que trae Venus al acercarse a la Tierra en esta fecha. La conexión entre la astrología y el espíritu navideño es fascinante. Gutiérrez nos recuerda que el movimiento de los planetas influye en nuestras vidas. «El 21 de diciembre marca un momento en que Venus emite energías de progreso y estabilidad, perfectas para acompañar nuestras celebraciones. Por ello, abrir las ventanas y puertas de nuestro hogar durante la cena no solo simboliza la bienvenida a estas energías, sino que también refuerza nuestros deseos de crecimiento y felicidad», afirma. Los preparativos para la Navidad no se limitan solo a la cena. La tradición de bañarse con agua de mandarina, lavar la ropa con jabón de mandarina y utilizar inciensos de mandarina y sándalo son prácticas recomendadas por Gutiérrez para purificar el hogar y nutrir el ambiente. Al concluir la cena, es habitual escribir una carta con las metas y deseos para el próximo año. Este gesto no solo nos conecta con nuestras aspiraciones, sino que también establece la intención de seguir adelante con energía renovada. El espíritu de la Navidad es un reflejo de nuestras acciones y emociones. Es un llamado a la alegría, a la unión familiar y a la esperanza. Siguiendo los consejos de Yohnger Gutiérrez, podemos cultivar este espíritu a través de rituales sencillos pero significativos que promueven la abundancia y la positividad. Al final del día, el verdadero espíritu de la Navidad reside en cada uno de nosotros, listo para ser compartido y celebrado. Así que abramos nuestras puertas y corazones, y dejemos que la magia de la Navidad ilumine nuestras vidas. Carla Martínez / Noticias Barquisimeto