Dejar de fumar reduce el riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer

En el marco del Día Mundial del Pulmón la OMS informa que el tabaco causa 8 millones de muertes cada año

“Mi esposo había dejado el cigarrillo. Pero, a raíz de los problemas económicos en la casa, agarró de nuevo el hábito y, ahora, lo hace con más frecuencia”.

Rosa cuenta esa situación al psicólogo. Busca ayuda, pero muy poco puede hacer si su esposo no lo asume, no reconoce el problema, que no solo se traduce en un mal social, sino que además va minando cada molécula de su cuerpo. No solo se expone al cáncer. Además, la nicotina puede estar alterando su ánimo, haciéndolo hipertenso, provocando disfunción eréctil, problemas metabólicos, entre otras docenas de enfermedades asociadas con el consumo de cigarrillos o tabaco.

El 25 de septiembre se celebró el Día Mundial del Pulmón, fecha oportuna para recordar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco causa 8 millones de muertes cada año, e insiste en que hay más de 100 razones para dejar de fumar.

El doctor Juan Celis, médico internista y oncólogo de la Clínica de Prevención del Cáncer de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), explica que, hace cinco décadas, se descubrió que el tabaco es un agente causal y exacerbado de muchas enfermedades.

“El tabaco y todo lo que es inherente a esta sustancia causa mucha alteración y disposición a enfermedades como hipertensión, diabetes, disfunción eréctil, daños pulmonares como Epoc, infecciones, problemas dentales y, tal vez, las que más nos asustan los distintos tipos de cáncer”.

Señala que los fumadores pueden tener dos tipos de complicaciones o efectos fisiopatológicos: adicción a la nicotina y alteraciones en el ámbito genético.

“Se han detectado 150 genes relacionados con el cáncer y el tabaco. Y en la medida en la que vamos aumentando la producción de nicotina, la inhalación, nos exponemos a más de 1.500 agentes tóxicos, que son muy difíciles de eliminar en el cuerpo”.

Esos 1.500 agentes, aclara, son en una fumada. “Estos van alterando el ADN, cuya función es proteger nuestro cuerpo y hacer las replicaciones celulares necesarias. Como el fumar altera el ADN en el ámbito sistémico, es decir, todo nuestro cuerpo, vamos a tener mutaciones en todo, entonces es muy común que el tabaco sea el agente causal del cáncer, tanto por la cantidad como por los años de fumar”.

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Mucho más que cáncer de pulmón

El especialista aclara que, tal vez uno de los primeros mitos que hay que romper es que el tabaco ocasiona únicamente cáncer de pulmón. “Eso es realmente falso. Muchas patologías malignas pueden estar relacionadas con el cigarrillo. Hemos detectado que la nicotina genera un riesgo directo en los pulmones, en la cavidad bucal, en el mecanismo gastrointestinal, específicamente colon-rectal y, también, en el cáncer de vejiga”.

¿Qué se debe hacer?

Indica que, al abandonar los elementos tóxicos del tabaco, el ADN dejará de mutar. “A mayores mutaciones que nosotros tengamos, más es la predisposición de generar células tumorales. Las personas que dejan el hábito van a tener mucho menos riesgo que aquéllas que tengan más años fumando, aunque la amenaza nunca deja de estar”.

En la SAV, comenta, han tenido pacientes que dejan de fumar, y 10, 15 años después aparecen esas mutaciones genéticas. “Por eso lo más importante es abandonar el cigarro de forma temprana”.

Indica “que las empresas tabacaleras manejan millones de dólares que no pueden perder. Deben ganar nuevos compradores y, por eso, invierten gran cantidad de campañas de publicidad. Incluso la campaña de la OMS del año pasado fue contra las tabacaleras”.

Celis señala que una de las grandes estrategias de marketing que se ha visto en estos últimos cinco años, ha sido la de los cigarros electrónicos, “que, si bien hay algunos que no tienen nicotina y no generan adicción, es falso que no producen ningún daño al organismo, porque a pesar de que no estás ingresando la nicotina a tu cuerpo, sí lo hacen los agentes tóxicos asociados a una inhalación”.

2.5 veces más riesgo de padecer cáncer

Fumar está asociado a muchas patologías colon-rectales, intestinos irritables, enfermedad poliposa, colon inflamado, “además, aquellas personas que fuman comparado con las que no lo hacen, tienen 2.5 veces más riesgo de padecer cáncer”.

Por lo general, comenta, quienes tienen el hábito tabáquico también llevan un mal estilo de vida: sedentarismo, poca motivación para hacer ejercicios, mala alimentación, ingesta de alcohol.

El especialista resalta, también, que los cánceres de cavidad bucal son muy agresivos y el cigarro es causante de esto, y que las tumoraciones de vejiga tienen una alta mortalidad. “Así que no son solo los pulmones. La nicotina aumenta las mutaciones genéticas que al final pueden terminar en un cáncer”.

Pasos para prevenir

Celis considera que el cáncer es complicado y fumar lo hace más agresivo. Alguien que inhale 20 cigarrillos al día es una persona en alto riesgo y cuando el cáncer se presenta es con metástasis y las posibilidades de curación son muy reducidas.

En tal sentido, recomienda:

1.     Educar desde casa. Lo mejor es entrenar a nuestros niños, para que cuando lleguen a la edad de riesgo estén bien informados de los daños.

2.     Dejar de fumar. Algo realmente difícil de lograr, porque es una adicción, pero no imposible. La recomendación es abandonar este mal hábito acompañado de un médico.

3.     Buscar herramientas psicológicas. Dejar una adicción genera ansiedad, lo que muchas veces hace que la persona recaiga. Buscar apoyo en técnicas que utilizan los psicólogos es una buena opción para lograrlo.

Con información de: UN